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Los padres deben adaptarse a la nueva
situación y retomar la vida de pareja. |
Todos los padres han de estar preparados ante la sensación de tristeza y soledad que supone la marcha de los hijos del hogar. Deben tratar de superarlo lo antes posible y afrontar la nueva etapa con actitud positiva. Veamos algunas sugerencias que pueden ayudarnos para afrontar esta etapa con una actitud positiva:
- Pensar que nuestros hijos han crecido y madurado como personas adultas, capaces de tener una vida independiente y con la suficiente autonomía para enfrentarse ellos solos a la vida y a las dificultades cotidianas. Al final, esto es lo que todos los padres equilibrados pretenden con la educación que les han ido dando a sus hijos a lo largo de la vida.
- Tener claro que la marcha de los hijos no significa perder la relación con ellos, sino una relación diferente basada más en la comunicación que en la rutina diaria, una relación entre iguales y viendo la evolución de nuestros hijos como personas, y quién sabe, a lo mejor eso significa que pronto seremos abuelos.
- Retomar la vida de pareja. Es un buen momento para retomar la vida de pareja. Ahora podemos hacer realidad todos aquellos proyectos que nos ilusionaban pero que las obligaciones familiares no nos permitían realizar. Es el momento de disfrutar de nuestra pareja y de las nuevas oportunidades que nos presenta la vida, sin ningún tipo de ataduras ni obligaciones. - Ocupar el tiempo libre. Debemos realizar actividades que nos distraigan y nos hagan disfrutar, ya sea realizando por ejemplo algún deporte, clases de cerámica, pintura, etc. Aprovechemos también esta etapa para relacionarnos más con los amigos. Es muy gratificante salir a comer o a cenar con amigos, o ir al cine, al teatro, etc.
Dra. Trinidad Aparicio Pérez
Psicologa clinica.
Univerisdad Granada
EN LA SOLEDAD DEL NIDO VACIO
Contemplo nuestro espacio vacio. nuestro hogar está callado, solitario y frio. Hace poco tiempo en este nuestro hogar, todo eran cantos y gozos, retozos y risas, caricias y lloros.
Se marcharón lejos, nos dejarón solos, se fuerón marchanso, uno tras otros, como marca el reloj del tiempo.
Con ellos se fueron nuestras alegrias, nuestras iluciones, nuestras discuciones y también nuestros gozos.
Tú nunca superaste el denso silencio que fue ocupando cada aposento. Nuestro hogar pequeño se fue agrandando se te hizo inmenso. Hablabas a solas. Hablabas en sueño, Hablabas con ellos.
La calle ya no existía, te quedaste dentro. Jamás tú hablabas, si no era en sueño. Uno a uno los nombras, con ellos tú hablas desde el mayor al más pequeño.
Te encerraste en ti y tiraste la llave muy lejjos, al fondo del mar donde no las encuntro. Y un dia sin decirme adiós: para mi desdicha, te marchaste lejos me dejaste solo, vacío; sin dueño.
Nuestro hogar se ha vuelto tan grande y vacio, ahora es inmenso. Cuando tu estabas apenas cabiamos. Era tan pequeño. El correr del tiempo nos fue asfixiando. La pasión primera se fue marchitando. No supimos dar un cambio de rumbo, y como a inexpertos nos tragó este mundo.
Te sigo queriendo, te sigo añorando, te sigo;: aunque no lo creas, cada noche amando.
En mi soledad oigo yo tus pasos. Huelo tu perfume Siento, que me estas mirando El nido vacio te sigue esperando
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muy buena poesia
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